Por eso y más... me aferro al Gozo
Actualizado: 1 ago

Constantemente me pregunto si hago bien en seguir promoviendo el Gozo. A veces me entra la duda, sobre todo cuando falta respuesta por parte de las personas a quienes les hablo del programa para gozar, o de la misma Tribu del Gozo. Incluso, cuando no me siento con muchas fuerzas para sostener un estado de ánimo conectado con gozar, cuando lo que quiero es mandar todo a la chingada y no tener más responsabilidades, pues desde los catorce años las tengo y, a veces, me canso.
Este año he vivido dos duelos de separación, el susto de la fractura de clavícula de mi hijo y la muerte de mi tía, hermana de mi madre, todo concentrado en tres meses. Estoy por vivir otra separación, es algo muy personal, así que no lo comparto aquí. Y una más, se trata de un vínculo de veinte años que me ha dado mucho: viajes, llegar a lugares que jamás imaginé, conocer a miles de mujeres potentes, desarrollo en todos los ámbitos de mi vida, y más.
Aunado a lo personal, el último mes me han buscado amigas, consultantes y mujeres de las tribus del Gozo. También, me han buscado varios varones para consultas terapéuticas. Las situaciones que nos aquejan son de todo tipo, desde el mal de amores, hasta los problemas económicos, sexuales, tumores, heridas de la infancia, incertidumbre para tomar alguna decisión, problemas familiares, etc., en el mejor de los casos. En el peor de los casos... un homicidio con uso extremo de violencia, imposible de imaginar, en el que una mujer justa y decidida perdió la vida, ¡es real!
Desde que comencé a pensar en promover y expandir el Gozo me daba miedo, justo por lo que menciono arriba.
En el 2020 estuve a punto de lanzar a la luz mi proyecto, cuando nos cayó encima la pandemia. Lo primero que pensé fue: ¿cómo voy a promover el gozo mientras miles de personas mueren y sus familiares penan?

Para el 2021, después de las experiencias y labor como provocapeuta, estaba convencida de que, ahora, más que nunca, es el momento de Gozar nuestra efímera vida. Gozar con los pequeños detalles que día a día nos regala nuestra ancestra Tierra. Gozar el aire que respiramos. Gozar a nuestros seres queridas. Gozar la textura de una flor de calabaza en la cara, el canto de un pájaro, la caricia de un hijo, el aroma de un taco al pastor, la frescura de un rico pulque, la mirada que entrega ternura, la carcajada que contagia, las noches de insomnio, las palabras de aliento, la suavidad del gato, el verdor de las espinacas, el amargor del ajenjo, el color del mamey, el helado de melón con queso, la noche de pasión, el juego dobble con el hijo, el berrinche de la sobrina, los "buenos días" del don en la calle, el perro que nos persigue por todo el pueblo, el florecer de la yuca, el sopor del calor, la ausencia de respuesta, la lágrima del nieto, la resistencia del consultante, el ardor del temazcal, la señora de la tiendita que avienta las monedas, la espera de dos horas para subir al camión, la amiga que tiene envidia, el chisme del que una es musa que inspira, el sueño que hace llorar en la madrugada, el ruido del fantasma, la gata que agrede, los vecinos que diario pelean, las ardillas voladoras, el abrazo resiliente, la distancia que sana, la rola de amor, la caminata en el bosque, la deriva por la urbe, el miedo, la incertidumbre, el sexo, el café instantáneo, el elote cocido, la sobada de Nieves, los recuerdos con Sofi, las carcajadas con Flor, los guantes de box, los olvidos de las amigas, los abrazos y besos de Uru, los dibujos de Leo, los memes de Kika, los reels de Issy, los mensajes de Sher, los "Me va a dar algo" con Nitzi, la intensidad de Lys, de Sofi, la inocencia de Claudia, la nostalgia de Lissette, el corazón de cacao de Sul, el acelere de Adri, las ponencias de Monse, las flechas ateneas de Lou, la sabiduría de Sonia, el sostén de Andrés, la profundidad de Freya, los ronroneos de Pollo, los paros de Erns, los podcast de Sus, los "cómo estáis" de Danilo, las lágrimas que derramamos, en fin...
Gozar es una forma de agradecimiento por vivir
Gozar la Vida
Por lo mismo, por los hechos trágicos de nuestra amiga lejana que acaba de desencarnar y trascender, con el dolor del alma de muchas personas que cada día velan y entierran a sus familiares trascendidos, con todo y el dolor del corazón del amor no correspondido, ante el miedo y angustia de mis consultantes, ante todo aquello que no me encanta pero que existe y de lo cual, en muchas ocasiones, no puedo escapar...
...ante el Gran Misterio de la vida...
¡Me aferro al Gozo!
Porque, el Gozo es un estado del Ser, es acción, es pasión, es una herramienta terapéutica, es filosofía, es pegamento que une, es risa, llanto, miedo, confianza, incertidumbre, certeza, descanso, trabajo, es una decisión que impregna mi diario sentipensar. Me aferro al Gozo.
Y tú, ¿cómo gozas tu día a día? ¡Cuéntamelo todo!
Durante las situaciones turbulentas de las semanas anteriores estuve escuchando canciones que me han mantenido a flote, las comparto con todo mi corazón, con las ganas de que, si estás leyendo estas líneas, puedas conectar conmigo, con la vida, con la tribu del Gozo y gozar estas rolas.
Dedico este Gozo a mi hijo quien es y sigue siendo uno de mis motivos principales para gozar. Y a todas aquellas personas que resuenan con esta propuesta.
Dedico este texto a las Guardianas, Sacerdotisas, Diosas y Mujeres que encarnan el Gozo. A quienes les he platicado mis dudas, y quienes, sin duda alguna, me gritan: ¡continuemos!
¡Vamos por más!
Gracias por llegar hasta acá. Te abrazo.
PD. Para ser bien honesta, sentí que parí este texto, entre el dolor y el gozo tuve que hacer pausas de varios días...
Van las rolas:
Para mantener la llama viva:
Para mantenerse relax:
Para un sabroso baile a solas o en comuna: